Nota publicada por Clarín el día 3 de Junio del 2009 sobre las obras del Parque Sarmiento.

COMIENZAN A RECUPERARLO DE SU ABANDONO Y QUIEREN ACENTUAR SU PERFIL DEPORTIVO

El Parque Sarmiento, con mejoras; Hicieron un gimnasio nuevo, arreglaron la pileta descubierta y las canchas de tenis.

Por Guillermo Kellmer


El Parque Sarmiento parecía condenado a convertirse en el monumento al abandono. Inaugurado en 1981 como el predio deportivo más grande de la Ciudad, con el correr de los años de deportivo le quedó poco. Entre la desidia de las distintas administraciones y las conductas de los visitantes sus 70 hectáreas se transformaron en tierra arrasada.

El ejemplo más claro puede ser lo que alguna vez fue el natatorio olímpico techado, considerado modelo en los mejores tiempos del parque. Luego, cuando en los 90, pasó a manos privadas, la pileta dejó de usarse como tal y llegó a albergar desde fiestas de música electrónica hasta recitales de rock. Cuando el Estado en 2000 recuperó el control del predio el diagnóstico fue contundente: la pileta era irrecuperable. Hoy, tras casi ocho meses de obra el natatorio olímpico se convirtió en un gimnasio multipropósito. Para ello hubo que rellenar la pileta con escombros y nivelar el suelo.

"El plan es recuperar el parque de su estado de total abandono y volver a usarlo como lugar para practicar deportes", dice Francisco Irarrázaval, subsecretario de Deportes porteño. "Con una inversión cercana a los $ 3 millones, además de la conversión de la pileta en un gimnasio, se consiguió salvar la pileta olímpica descubierta y la pileta de saltos ornamentales que ya están en condiciones de ser usadas", agrega el funcionario.

Además fue remodelada la pista de atletismo y se repararon la pista de patinaje y las canchas de tenis. Y una amplia zona que era usada para descargar ilegalmente escombros fue trasformada en un playón de arena para practicar fútbol y voley playero.

Entre lo que falta por hacer, lo más importante es la construcción de una pista de BMX (una suerte de circuito de bicicross) aprovechando los desniveles del sector donde estaba el lago artificial. Además, de las 100 parrillas que había quedarán sólo 20. "La idea es que la gente lo use sólo como un sector deportivo, y cada vez menos para ir a comer", dicen en el Gobierno.

Todo lo hecho parece poco si se compara al Sarmiento con sus días de gloria: tenía dos grandes piletas, un gimnasio, 14 canchas de fútbol, 7 de minifútbol, canchas de hockey, tenis, básquet y softbol, una pista de atletismo con tribunas para 2.000 espectadores y un lago artificial de 25.000 metros cuadrados para deportes náuticos. La decadencia empezó en 1991 cuando el ex intendente Carlos Grosso le dio la concesión del parque por 20 años a la empresa Pinatur, a la que desalojaron 9 años después cuando se comprobaron gravísimas irregularidades. La falta de mantenimiento y el vandalismo hicieron el resto. Ahora, la apuesta es de a poco rescatarlo del abandono.